El experimento Bitcoin en El Salvador: Una historia de ambición e incertidumbre
En agosto de este año, El Salvador anunció un ambicioso plan para capacitar a sus 80.000 funcionarios públicos en Bitcoin, con consideraciones para pagar sus salarios en criptomoneda. El programa de formación de 160 horas cubrirá los fundamentos de Bitcoin, cuestiones legales e impactos en las políticas públicas, con el objetivo de acelerar la adopción de Bitcoin en la vida cotidiana.
Ciudad Bitcoin en construcción
El Salvador, un pequeño país centroamericano, fue noticia en 2021 por ser la primera nación en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal. El presidente Nayib Bukele anunció planes para construir una «Ciudad Bitcoin» cerca de la playa de Conchagua, al pie de un volcán.
Esta ciudad se concibió como un moderno centro urbano con infraestructuras residenciales, comerciales y recreativas, en el que Bitcoin podría utilizarse para todas las transacciones, desde alimentos hasta bienes inmuebles.
La iniciativa despertó el escepticismo, y los críticos la tacharon de gran fracaso o de colosal estafa. Como entusiasta de las criptodivisas, he visto subir el valor de Ethereum un 125% desde mi compra en noviembre de 2022. Sin embargo, aún no he utilizado Bitcoin ni criptodivisas similares en el mundo real.
El valor de Bitcoin se basa en el «consenso», la creencia compartida por un grupo de que representa el futuro. Sin este consenso, el valor de Bitcoin queda en entredicho, como ilustra la dificultad de utilizar Bitcoin para las compras cotidianas.
Experimento de pago con Bitcoin
El «experimento Bitcoin» de El Salvador pretendía convertir en usuarios de Bitcoin a una población de 6 millones de habitantes, repartidos en más de 20.000 kilómetros cuadrados. El gobierno promovió el uso de Bitcoin de forma similar a la adopción temprana de pagos móviles, creando una aplicación de pago llamada Chivo. La aplicación ofrecía Bitcoin por valor de 30 dólares a los nuevos usuarios, sin comisiones por transacción entre Bitcoin y USD, con el apoyo de 200 cajeros automáticos e incluso la aceptación de Bitcoin para el pago de préstamos.
La educación también fue uno de los focos de atención, con lecciones sobre Bitcoin integradas en los planes de estudio de las escuelas públicas. Durante el primer año, más de 20.000 particulares y 30 empresas utilizaron Bitcoin y realizaron unas 1.000 transacciones diarias. A pesar del entusiasmo inicial, pronto surgieron problemas. Entre ellos, el pirateo de los monederos digitales, la lentitud de las transacciones y los fallos de los cajeros automáticos, que provocaron protestas públicas.
La mayoría de los salvadoreños carece de cuentas bancarias tradicionales y una parte significativa vive por debajo del umbral de pobreza. Con una experiencia limitada en finanzas digitales y una gran dependencia de las transacciones en efectivo, la población tuvo problemas con la volatilidad de Bitcoin: los precios podían fluctuar drásticamente de un día para otro.
Según la BBC, un año después del lanzamiento, sólo el 20% de los salvadoreños seguían utilizando la aplicación Chivo, y casi el 92% de los comerciantes consideraban que Bitcoin era irrelevante. En 2023, el 88% de los salvadoreños había dejado de utilizar Bitcoin, y solo el 1% de las remesas se enviaban a través de Bitcoin.
¿Un cambio de tendencia? ¿O un refugio para especuladores?
La legalización del Bitcoin atrajo la curiosidad e impulsó el turismo en un 30%, aunque también provocó quejas por el aumento de los costes debido a la afluencia de visitantes extranjeros. La base mundial de usuarios de criptodivisas creció un 34 % en 2023, con la mayoría de los nuevos usuarios en Asia, seguida de Norteamérica, África y Sudamérica.
La «Ciudad Bitcoin» está estratégicamente situada entre las localidades de La Unión y Conchagua, cerca de la playa de Conchagua. El Gobierno planea construir una central eléctrica para mantener la ciudad y la minería de Bitcoin. Bukele la concibe como un paraíso fiscal para los inversores en Bitcoin, con sólo un 10% de impuesto sobre las plusvalías y sin impuestos sobre la renta, la propiedad o las ventas.
Para financiar la ciudad, el gobierno emitió «bonos Bitcoin», cuya recaudación se dividió entre la construcción de la ciudad y la compra de Bitcoin. Sin embargo, el precio de Bitcoin cayó bruscamente tras el anuncio, provocando retrasos en el proyecto. A pesar de ello, Bukele sigue comprometido, comprando un Bitcoin diario desde noviembre de 2022.
En agosto de este año, El Salvador recibió una inversión de 1.600 millones de dólares de la turca Yilport Holdings, un importante operador internacional de puertos y terminales de contenedores. Esta inversión ayudará a modernizar dos puertos salvadoreños, incluido uno en la «Ciudad Bitcoin», lo que supone un rayo de esperanza para el proyecto.
El objetivo original de Bukele era mejorar la eficiencia de las remesas, reducir la dependencia del USD y reforzar la infraestructura financiera. Aunque Bitcoin aún no ha revolucionado el sistema financiero salvadoreño, ha aportado beneficios turísticos y de inversión, aunque con importantes riesgos.
Al igual que los barrios rojos legales de los Países Bajos o la dependencia del juego de Las Vegas, Bitcoin podría convertirse en un rasgo distintivo de El Salvador. Sin embargo, su total descentralización y sus ideales libertarios también introducen una gran incertidumbre económica.