¿Simbiosis o fragmentación? La relación entre Layer 2 y Ethereum

La relación entre Layer 2 y Ethereum

Ethereum se ha enfrentado recientemente a algunos retos. Los críticos han señalado que el rendimiento de ETH se ha quedado rezagado frente a competidores como SOL, y muchos lo atribuyen al auge de las soluciones de capa 2 (L2) y al alejamiento de los usuarios de la cadena principal de Ethereum.

Esto plantea una cuestión fundamental: ¿Siguen formando parte de Ethereum las capas 2?

Como suele ocurrir en el ámbito de las criptomonedas, la respuesta es a la vez simple y compleja. Sumerjámonos en ambos lados del debate y exploremos la verdadera relación entre Ethereum y las Layer 2.

¿Relación simbiótica o fragmentación?

Desde el principio, Las soluciones de la Capa 2 han sido una parte integral de la hoja de ruta de Ethereum, centrada en el rollup. Fueron diseñadas para ampliar las capacidades de Ethereum, tanto técnica como culturalmente, escalando sus operaciones y atrayendo a una base de usuarios más amplia.

En esencia, las L2 están profundamente conectadas a Ethereum. Dependen de ETH como moneda nativa, se benefician de las garantías de seguridad de Ethereum y utilizan Ethereum para el almacenamiento y la liquidación de datos. Esta relación es similar a la de una startup que aprovecha la infraestructura y el reconocimiento de marca de su empresa matriz, una situación en la que ambas partes salen ganando.

La simbiosis entre las L2 y Ethereum es innegable. Las L2 prosperan gracias a la sólida infraestructura y seguridad de Ethereum, mientras que Ethereum se beneficia del aumento de la actividad y la demanda de ETH, lo que consolida aún más su posición como activo valioso.

Las L2 ofrecen comisiones más bajas y tiempos de transacción más rápidos, lo que facilita a los desarrolladores la creación de aplicaciones diversas. Considere el crecimiento explosivo de memecoins en Base, o el auge de plataformas SocialFi como Farcaster, que han desbloqueado nuevos mercados para los usuarios.

Además, las L2 se están convirtiendo en importantes centros de actividad DeFi, con ETH desempeñando un papel central en el ecosistema. Fíjese en las cifras: Arbitrum, Optimism, Base: estas cadenas están dominadas por activos relacionados con ETH.

¿Ataque de vampiros?

Sin embargo, una de las principales críticas a la estrategia de escalado centrada en los rollups de Ethereum es el temor a que los L2 acaben abandonando Ethereum. Sí, los L2 y Ethereum funcionan actualmente como una familia armoniosa, pero ¿y si los L2 construyen sus propios imperios y cortan por completo los lazos con Ethereum? Imagínese dejar de depender de Ethereum para la seguridad, dejar de utilizar ETH para el gas y dejar de necesitar el espacio de bloques de Ethereum.

Esta preocupación de que los «L2 se vuelvan rebeldes» no es infundada. Técnicamente, los L2 podrían crear ecosistemas independientes con sus propios validadores y apropiarse por completo de la pila modular de blockchain. Pero, ¿es éste el futuro, una eventual ruptura entre los L2 y Ethereum? No necesariamente.

Construir un nuevo ecosistema o lanzar otra cadena de bloques de capa 1 es una tarea compleja y que requiere muchos recursos. Poner en marcha un conjunto de validadores es un reto importante, y la construcción de una nueva capa 1 podría dar lugar a los mismos problemas de escalabilidad a los que se enfrenta actualmente Ethereum. Si los L2 tuvieran la intención de seguir este camino, probablemente lo habrían hecho desde el principio.

¿El secreto del equilibrio?

En cambio, los creadores de L2 están jugando a otro juego. Su principal objetivo es escalar las transacciones, atraer a los desarrolladores, incentivarlos para que creen aplicaciones para diversos casos de uso y atraer a nuevos usuarios a las criptomonedas, mientras Ethereum se encarga de la seguridad y la descentralización.

Dicho esto, la evolución del panorama de las L2 no está exenta de retos previsibles. Es una curiosa paradoja: por un lado, el auge de los L2 demuestra el éxito de la hoja de ruta centrada en el rollup. Por otro, este crecimiento es también una fuente potencial de fragmentación.

Todos estamos de acuerdo en que hay demasiados L2, demasiados imitadores con poca diferenciación. Es como si miles de nuevas empresas persiguieran el mismo mercado, haciendo todas las mismas promesas. Esto no es sano.

Lo que necesitamos son L2 esenciales, que ofrezcan algo distinto y significativo. La seguridad, la diversidad de aplicaciones, las estrategias de comercialización… son ámbitos en los que debe producirse una verdadera innovación.

Mantenimiento de la identidad de Ethereum

No perdamos de vista el panorama general. A medida que Ethereum se expande a través de estas L2, es crucial que el ecosistema siga sintiéndose como Ethereum. Tenemos que evitar la trampa de la fragmentación, en la que cada actor tira en su propia dirección.

Las L2 deben estar conectadas sin fisuras. Los equipos ya están lanzando pilas tecnológicas para desarrollar una red unificada de cadenas que compartan recursos y ofrezcan a los usuarios una experiencia más fluida y rápida. Iniciativas como Superchain, AggLayer, Elastic Chain y Orbit Chains son pasos prometedores en esta dirección.

Pero debemos ser prudentes y no crear cámaras de eco. Estas L2 no deben convertirse en universos aislados. Un ecosistema L2 sano es aquel en el que las cadenas trabajan juntas, no aisladas. Necesitamos puentes, no fosos.

La colaboración es clave

En última instancia, necesitamos cooperación, comunicación, educación e incentivos compartidos. La creación de una infraestructura y unas normas compartidas que fomenten las conexiones sin fisuras entre las L2 es la única manera de que podamos alcanzar realmente el éxito colectivo.

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