Con su probable regreso al Despacho Oval en enero de 2025, Donald Trump volverá a ejercer influencia sobre la regulación de la industria tecnológica. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente desde su primer mandato en 2017.
La otrora acogedora relación entre las grandes tecnológicas y el Gobierno estadounidense se ha disipado. Tanto Trump como su sucesor, Joe Biden, han mostrado un profundo escepticismo hacia los CEO de las tecnológicas, aunque por motivos diferentes. Esto ha coincidido con una oleada histórica de acciones antimonopolio, con las agencias de control apuntando a los principales actores por primera vez en décadas.
La mayoría de los CEO tecnológicos, reflexionando sobre la volatilidad de los últimos ocho años, parecen creer que tanto Trump como Biden deberían «mantenerse lo más alejados posible de la política», incluso mientras intensifican sus esfuerzos de presión entre bastidores. Algunos han tomado medidas para fomentar unas relaciones favorables con Trump, con la esperanza potencial de que les beneficie.
Las siguientes son diez áreas clave de la política tecnológica que probablemente seguiremos de cerca durante el regreso de Trump a la presidencia, junto con las posibles medidas que podría tomar:
1. 1. Inteligencia Artificial
Es probable que el segundo mandato de Trump reduzca las restricciones normativas sobre la industria de la IA. Ha prometido derogar la orden ejecutiva de Biden sobre IA, que exigía salvaguardias contra las aplicaciones discriminatorias de la IA en ámbitos como la vivienda y la justicia penal. En su lugar, Trump podría dar prioridad a la innovación por encima de estas preocupaciones relacionadas con los prejuicios.
La política de IA podría ser un espacio en el que Elon Musk, consejero delegado de xAI y firme defensor de la seguridad de la IA, busque influir. Musk, que ha criticado a empresas como OpenAI a pesar de su papel como cofundador, ha apoyado anteriormente medidas que abordan los riesgos existenciales de la IA. La postura de Trump sobre las espinosas cuestiones de derechos de autor en torno a la IA generativa y el abastecimiento de datos sigue siendo incierta, pero podría verse influida por los CEO de tecnología que favorecen una supervisión limitada.
2. Política antimonopolio
La aplicación antimonopolio de Trump puede depender de agravios personales. Jennifer Rie, analista de Bloomberg Intelligence, sugiere que las decisiones pueden reflejar las opiniones de Trump sobre empresas o sectores específicos. Su candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance, ha elogiado el enfoque agresivo de la presidenta de la FTC, Lina Khan, hacia los gigantes tecnológicos, lo que podría significar una presión continuada sobre las grandes tecnológicas y un mayor apoyo a las startups y a las empresas de capital riesgo como Andreessen Horowitz. Sin embargo, la intensidad de esta aplicación dependerá de los designados por Trump y de la evolución de sus prioridades.
La administración de Trump podría continuar las batallas legales con empresas como Meta, Google, Apple y Amazon, aunque los posibles acuerdos podrían ser más indulgentes que los buscados por las agencias actuales.
3. TikTok
La postura de Trump sobre TikTok ha cambiado significativamente. Inicialmente estaba a favor de una prohibición, pero ahora se opone a ella, al parecer debido a la presión ejercida por el donante republicano Jeff Yass, inversor de ByteDance. No obstante, una ley reciente obliga a ByteDance a desinvertir en TikTok antes de principios de 2025, lo que limita la flexibilidad de Trump. En caso de que apoye la desinversión, podría aprobar el plan de reestructuración propuesto por ByteDance con el respaldo del Congreso.
4. Comercio y aranceles
La política comercial podría hacerse eco del primer mandato de Trump, potencialmente con nuevos aranceles sobre bienes fabricados en el extranjero. Mientras que Biden ha impuesto controles a la exportación de semiconductores avanzados, la visión de Trump podría incluir aranceles de hasta el 100% sobre importaciones específicas, lo que afectaría a empresas como Apple y Tesla, que dependen de la producción en el extranjero. Musk, como estrecho aliado de Trump, podría intentar mitigar algunas de estas políticas debido a los intereses creados de Tesla en los mercados internacionales.
5. Neutralidad de la red y política de telecomunicaciones
Con una FCC dirigida por los republicanos, los proveedores de banda ancha podrían enfrentarse a menos restricciones, incluida la relajación de las normas sobre moderación de contenidos. La FCC de Trump también podría permitir una mayor consolidación de los medios de comunicación y aplicar controles más estrictos a las empresas tecnológicas percibidas como monopolísticas. Brendan Carr, comisario republicano de la FCC, ha abogado anteriormente por ampliar las contribuciones al Fondo de Servicio Universal, sugiriendo que podría exigirse a las grandes empresas tecnológicas que contribuyeran.
6. Moderación de contenidos
Durante mucho tiempo un punto de contención para los conservadores, la administración de Trump puede perseguir reformas legislativas a la Sección 230, buscando limitar las protecciones de responsabilidad para las plataformas que moderan el contenido. Los republicanos argumentan que estas plataformas censuran las voces conservadoras, especialmente en temas como las elecciones y la política sanitaria. La FCC también podría estar facultada para reducir el alcance de estas protecciones, complicando aún más las prácticas de moderación de contenidos en todas las plataformas.
7. Seguridad de los niños en Internet
Aunque Trump no ha expresado opiniones concretas sobre la Ley de Seguridad Infantil en Internet (KOSA), su destino sigue siendo incierto en el Congreso. Las preocupaciones republicanas sobre el impacto de KOSA en la libertad de expresión significan que la ley puede enfrentarse a la resistencia, en particular con sus disposiciones para limitar la exposición de los niños a contenidos potencialmente dañinos.
8. Vehículos eléctricos
Aunque Trump ha criticado las políticas sobre vehículos eléctricos centradas en el clima, su alianza con Musk podría influir en las decisiones políticas sobre incentivos a los vehículos eléctricos. Los analistas sugieren que las políticas de Trump podrían alejarse de las subvenciones directas y favorecer los incentivos a los consumidores, lo que beneficiaría a fabricantes de automóviles tradicionales como GM, Ford y Stellantis.
9. Semiconductores
La Ley CHIPS y de Ciencia, destinada a impulsar la producción estadounidense de semiconductores, fue un esfuerzo bipartidista de Biden. Trump ha criticado públicamente la ley y podría ordenar al Departamento de Comercio que ralentice su aplicación. Aunque no puede derogar unilateralmente la ley, la influencia de Trump podría afectar a su eficacia para revitalizar la fabricación nacional de semiconductores.
10. Criptomoneda
El alineamiento de Trump con el sector de las criptomonedas es notable, con promesas de convertir a EE.UU. en una «superpotencia Bitcoin.» Si es elegido, Trump podría reemplazar al presidente de la SEC, Gary Gensler, una figura a menudo criticada por la comunidad cripto por su estricta postura regulatoria, por un líder más amigable con la industria. Este cambio probablemente resultaría en un panorama regulatorio favorable para el desarrollo y la inversión en cripto.
Conclusión
Aunque el segundo mandato de Trump podría fomentar un entorno tecnológico que priorice el crecimiento y la desregulación, el futuro del sector sigue siendo incierto y puede caracterizarse por la imprevisibilidad. El apoyo legislativo y las sentencias judiciales serán fundamentales para determinar el alcance de la influencia de Trump, lo que añade complejidad a las perspectivas del sector tecnológico.